Lastimosamente en San Luis
Potosí el tema de la corrupción se ha incrementado en los últimos años, el tráfico de
influencias, el compadrazgo, las “mordidas”, el pago de “favores” es una
realidad en la cual no existe, autoridad, organismo o sociedad que trabaje para
disminuir este lastre.
De acuerdo a Transparencia
Mexicana, en 2010, se identificaron más de 200 millones de actos de corrupción
en el uso de servicios públicos provistos por autoridades federales, estatales
y municipales, así como concesiones y servicios administrados por particulares.
El Índice de Corrupción y
buen gobierno señala que el costo promedio de “mordida” en los hogares
mexicanos es en promedio $165 pesos, por lo que se destinaron cerca de 35 mil millones
de pesos en esta práctica lo que significa que se destina un 14% de los
ingresos de las familias.
Aunque para los mexicanos
que obtienen ingresos menores a 1 salario mínimo la corrupción representa hasta
un tercio de sus ingresos. El costo de la corrupción en nuestro país alcanza
cifras exorbitantes pues se calcula que representa el 9% del Producto Interno
Bruto es decir casi 1.5 billones de pesos anualmente, de acuerdo a estimaciones
del Banco Mundial.
San Luis Potosí es el Estado
de la República más corrupto de acuerdo a la Encuesta Nacional de Calidad e
Impacto Gubernamental que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en donde se destaca que al menos
17 mil 965 ciudadanos sufrieron de está práctica.
Este cáncer cultural en México
sólo podrá ser disminuido con voluntad de las partes, los actores políticos,
económicos y sociales, sin ellos no podrá existir el cambio, la transparencia,
la legalidad y las modificaciones que se puedan generar para hacer una realidad
distinta a la que vivimos no serán sin la conciencia de los actores.